Adaptar tu comunicación a diferentes culturas: reflexiones de una colombiana expatriada en España

Cómo colombiana viviendo en España, por más de 20 años, algo que aprendí rápido fue que la comunicación va mucho más allá de compartir un idioma. Aunque ambos países hablan español, las expresiones, los gestos e incluso el tono pueden cambiar totalmente el sentido de una conversación. Y con el tiempo, me he dado cuenta de lo valioso que es poder adaptarme a diferentes formas de comunicación.

En mi último viaje a Colombia, la experiencia me recordó por qué es tan importante ajustar la manera en que nos comunicamos según el contexto cultural. Vivir fuera te transforma, pero también te enseña a ser más flexible y a entender que la comunicación es un puente, no una barrera.

Lo que recordé al regresar a Colombia

  • El calor humano se comunica diferente: En Colombia, la cercanía se siente en las palabras, los abrazos y hasta en la forma en que la gente se despide diciendo “¡cuídate mucho!” o “Dios te bendiga”. Volver a sentir ese tono cálido me recordó lo importante que es conectar emocionalmente con las personas.
  • Las expresiones tienen alma local: Frases como “¿qué más?” o “todo bien” tienen un peso emocional que no se traduce igual en España. ¿Le provoca un tintico?. Entender las particularidades de cada cultura te hace sentir más en sintonía con las personas que te rodean.
  • El ritmo de la conversación cambia: En España, las charlas pueden ser más directas o formales, mientras que en Colombia hay espacio para los saludos largos, las pausas y las historias detalladas. Aprender a fluir con el ritmo de cada lugar hace que las conversaciones sean mucho más auténticas.

Las ventajas de adaptar tu comunicación

  • Te conectas mejor: Como expatriada, he aprendido que cuando ajustas tu forma de comunicarte, la gente se siente más cómoda contigo, tanto en lo personal como en lo profesional.
  • Evitas malentendidos: Un comentario que puede sonar inofensivo en Colombia a veces tiene otro tono en España (¡y viceversa!). Adaptarte evita esos momentos incómodos.
  • Aprendes nuevas perspectivas: Cada cultura tiene su propia forma de ver el mundo, y ajustar tu comunicación te ayuda a entender y valorar esas diferencias.
  • Fortaleces tu identidad: Adaptarse no significa perder quién eres. Más bien, te permite enriquecer tu identidad al integrar lo mejor de ambas culturas.

Ser colombiana en España y regresar a Colombia de vez en cuando es un recordatorio constante de que la comunicación no solo se trata de hablar, sino de entender y conectar con los demás. Al final, esa capacidad de adaptarse no solo te ayuda a integrarte mejor, sino que también te transforma en una persona más empática y abierta. ¡Y eso, sin duda, es una gran ventaja en cualquier lugar del mundo!

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